Teresa Ruiz, sobre la vida lenta en Andalucía
Cuando conocí a Teresa por primera vez, me vino a la mente que tiene un aura especial; ella es ese tipo de persona que es pura luz. Por eso quería saber más sobre su historia, su vida y cómo se las arregla para mantener la paz dentro de su cabeza y su corazón en este mundo tumultuoso y siempre apurado.
Y también quería descubrir cada rincón de su finca, Ematejo, que es, sin exagerar, un lugar sublime y con una energía extraordinaria, casi como una terapia visual.
Dicho esto, te invito a emerger a una historia tranquila y estéticamente agradable sobre cómo puedes abrazar una vida de lentitud y soberbia vida.
¿Por qué no planificar tus vacaciones en Ematejo? Actualmente resido muy cerca de la casa de Teresa, por lo que podríamos ser vecinos.
ps: Esta es mi primera entrevista escrita en Español, así que sean amables, mi español aún no es tan bueno. Pero una cosa he aprendido: no esperes a que las cosas sean perfectas, hazlas de todos modos y podrás mejorar en el camino.
Teresa, a tus 61 años eres una de las mujeres más activas que conozco, tienes tu propio negocio, practicas yoga, vas a clases de pintura. ¿Cómo logras abrazar este arte de vivir bellamente?
Dándole prioridad a todas las cosas. Siempre me ha gustado tanto la pintura como el yoga, forman parte de mi vida. Entonces, cuando tú lo integras todo contigo, le vas dando prioridad a cada cosa. Y para mí no es un trabajo, son ocupaciones que yo tengo en mi día a día. No tengo ningún misterio.
Yo siempre he tenido la tendencia a interiorizarme mucho por dentro. Siempre me ha gustado la naturaleza. Lo que pasa es que son ciclos de tu vida en que no los puedes llevar a cabo como me ocurrió a mí. Yo nací en este pueblo, pero yo no me creí aquí, por cuestión de la inmigración de aquellos años, mis papás se fueron al norte de España, a Bilbao, y aquí es donde yo me desarrollé toda mi niñez y juventud.
Aquí conocí al amor de mi vida, al padre de mis hijos, y aquí es donde también me casé y me trasladé a Madrid. Y en Madrid es donde me formé mi familia personal, aquí es donde nacieron mis dos hijos y donde me incluí en la vida laboral.
Entonces, quiero decirte a tu pregunta que yo no siempre he sido con esa idea de venirme aquí, no me creía en el campo, no he vivido en el campo, pero siempre he tenido un toque de que ese aire siempre iba conmigo.
Una de las cosas que se me quedó grabada en el alma desde que viví en Cognac está relacionada con la naturalidad de los franceses para transformar un hábito aparentemente trivial (comprar pan) en un verdadero ritual destinado a alegrar sus mañanas. ¿Puedes contarme sobre tus rituales?
Una de las primeras cosas que hago al levantarme, cuando abro los ojos, es sentirme que soy viva y doy gracias por decir: tengo otro día más, tengo otro regalo más para mejorarme y para hacer todos los proyectos y cosas que tengo. Porque cada día es un regalo. Al igual que me ocurre cada vez cuando yo cierro mis ojos y voy a dormir, digo gracias por el día que yo he recibido.
Porque todo está bien, todo está en orden, y mi ritual es primero dar gracias y luego salir a esta obra de arte que yo he creado e integrado, escuchar la sinfonía de los pájaros que tengo y barrer mi porche todas las mañanas. Y también tengo mis gallinas. Ese es mi ritual casi todas las mañanas.
Tienes una finca espléndida. Desde fuera parece que vives en un paraíso. Quiero que me digas, por favor, qué esfuerzos, qué trabajo hay detrás del mantenimiento de una finca así.
Raluca, es constancia. Yo, la palabra trabajo, la he borrado del vocabulario. Porque la palabra trabajo, igual que otras palabras que tenemos, que hemos enseñado, son como cargas en las espaldas de una.
Yo no tengo trabajo, nunca tuve trabajo. Siempre he tenido ocupaciones, he tenido ilusiones. Y detrás de esas ocupaciones y ilusiones ha habido mucha constancia.
Todo lo que ves aquí, que es mi castillo, mi fortaleza, mi obra de arte, es porque primero yo he creído mucho en mí. No ha sido fácil para nada. Todo lo que a ti te gusta, todo lo que tú quieres conseguir, no se hace así con un crujido de huesos. Hay que estar alimentándolo. Es igual como un fuego, cuando lo enciendes para que te caliente bien, tienes que estar arimando la leña para que tengas un buen fuego.
Pues, con casi todas las cosas ocurre más o menos lo mismo. Porque todo está conectado, no hay nada que esté separado. Igual, yo tengo un huerto, y para que me dé ricos tomates o ricos frutos, tengo que estar todos los días quitándole la hierba. Pues con todas las cosas ocurre lo mismo.
Esta era una casa de apero, toda esta era una montaña, pero yo tengo mucha imaginación. Sí, soy una mujer muy imaginativa, muy creativa, y yo me sentaba arriba en la montaña, en lo que antes era una montaña, y me ponía a visualizar todo como lo quería. Poco a poco, lo fui llevando a cabo con constancia, apostando a cualquier problema, solución. No echándome para atrás. Bueno, a ver, ¿Cómo voy a confrontarlo?
La verdad es que cuando crees en las energías que tenemos, que están circulando, los frutos los tienes. Y así ha sido mi vida hasta que he construido todo lo que tú estás viendo.
Vi que tú misma cultivas algunas de tus verduras. ¿De qué otras maneras adoptas el concepto de comida lenta y sostenible? ¿Y cuáles son tus platos favoritos a la hora de cocinar y comer?
Me encanta la cocina en general. La disfruto muchísimo, y si puedo compartir esta cocina con amigos, mucho más. Aquí es donde se expande mi creatividad. No tengo pereza absolutamente para nada. Mi plato preferido, yo estaria comiendo todas la dias lechuga. Con ensalada rica, con zanahorias ralladas, pepinos y tomates. Sobre todo, me gusta la cocina muy transparente. No con muchos ingredientes.
Me encantan las verduras en todas sus composiciones. Y si lo puedo sacar de mi huerto, mucho más. Hoy, me he comido unos tomates que he sacado y unas judías verdes, con aceite de oliva por encima y creo que ha sido uno de los manjares más ricos que puedes comer.
Para alimentarte bien no necesitas ir a ningún restaurante lujoso, ni gastarte mucho dinero. Solamente tienes que ser creativa con las cosas que tienes ahí. El cuerpo no necesita mucho para alimentarse, solo hay que volver a escuchar. No escuchamos a este cuerpo tan sabio que tenemos.
Soy vegetariana desde hace muchos años. Nunca en general me gustó la carne. En casa evidentemente mamá ponía carne, y cuando yo era una niña por supuesto que yo estaba en otra onda diferente.
Yo digo que los seres humanos somos cebollas, y nos vamos quitando capas de cebollas. Pues, yo estoy ahora en una capa casi muy en el centro, y he despojado muchas capas. Así siempre me defino como ser humano, una cebolla de la que nos quitamos hojas.
Entre esas hojas, pues antes comía carne, pero nunca he sido una devota de carne, siempre me he enclinado por pescado y por verduras, y cuando he podido tomar más conciencia de mi persona, de mi estilo de vida, ahora me ocupo mucho de lo que significa la comida.
Háblame de tu casa, dime cuál es tu rincón favorito, tu objeto favorito.
Decirte cuál es mi rincón favorito sería difícil porque no hay algo concreto. Todos los rincones tienen alma propia. No hay una sola piedra traída al azar. Todo está hecho con una dedicación, con esfuerzos, con un amor, entonces, este rincón donde estamos ahora me encanta a estas horas de la tarde. Pero en la noche, me encanta subir a mi habitación y ver todas las montañas porque las paredes son de cristales. Hay, me llena de satisfacción. Pero si nos vamos por el porche de la cocina donde está la piscina y me quedo ahí mirando las flores y mis plantas, digo: ¡qué patio más bonito tengo!
En el interior de mi casa me gusta el comedor de verano que todo es cristal, cada punto tiene una pincelada especial. y tiene un encanto especial para un momento determinado. Me siento satisfecha en cualquier rincón. En invierno, me quedo en este comedor de invierno con la chimenea encendida y mi mesa grande de trabajo, para sentir el calor de la chimenea cuando me llega. ¡Gracias, gracias, gracias a la vida por todo lo que me ha dado!
Su finca también tiene un componente comercial. Tienes un apartamento con piscina que alquilas en Airbnb. Por favor cuéntame más sobre esta actividad tuya.
Ematejo se transformó porque la casa era muy grande y toda la zona de arriba no se utilizaba. Entonces, yo pensé, estando en el extranjero, en Inglaterra, que le tenía que sacar provecho al Ematejo. Más que provecho económico es disfrutar de Ematejo con familias, con gente bonita, con amigos. Que pueda compartir todo lo que tú has construido con otras familias. Yo transformé la parte de arriba, hice algunos arreglos, amplié la piscina para dar un servicio más confortable, y estoy feliz porque comparto todo este entorno con familias que me vienen de todas las partes de este mundo. He tenido gente de New York, de Australia, de muchos lugares. Y a mí esta me reconforta mucho, dar lo que tengo a los demás.
¿Cómo son las personas que eligen disfrutar de tu apartamento durante unos días?
Mira, corazón, yo digo que son familias, personas que tienen ojos para ver y corazón para sentir lo que ven. Cualquiera no te viene a un pueblo de estos, está perdido en la montaña, donde la carretera no está recta, está llena de curvas. Entonces, tienes que tener alma para sentirlo. Y cuando me ven fotos de Ematejo en Booking u otras, creo que ellos ven el alma, ven que es un lugar con personalidad propia.
Estoy enamorada del concepto de “melting pot” y me encanta abrazar lo que es bello y pertenece a otras culturas. Cuéntame, por favor, ¿de qué manera el hecho de que seas de origen español te ha ayudado a vivir tan bellamente?
Estoy enamorada del concepto de “melting pot” y me encanta abrazar lo que es bello y pertenece a otras culturas. Cuéntame, por favor, ¿de qué manera el hecho de que seas de origen español te ha ayudado a vivir tan bellamente?
Yo empatizo mucho con la gente. A mí me encanta dar lo que a mí me gustaría que me dieran. Me encanta compartir absolutamente todo. Si tuviera que resumirlo en una palabra sería empatía.
No hay nada que sea malo. Todos son excelentes. Si no lo hacen de una manera determinada, es porque ellos no lo saben hacer de otra forma, y no porque ellos son malos. Ellos no conocen otra forma de hacerlo. Y tienen mucha obscuridad dentro de sí. Yo entiendo que hay siempre luz dentro de las personas.
¿Qué significa para ti la felicidad?
En la vida en la que llevamos todos, tenemos dos grandes amigos. El amigo, el miedo y el amigo, el ego. Están aquí luchando continuamente uno contra el otro y no dejándote de tirar a delante. Si tú te vas inclinando en un lado y al otro, dependiente de que se tome uno al otro. El miedo te obstruye. Yo he comprobado que el miedo te obstruye, te paraliza, no te deja ser creativa. Y el ego te hace ser una persona ruina, te hace ser una persona poco grata, porque no te deja tener los pies en el suelo. Somos muy frágiles, el ser humano es muy frágil en todos los sentidos. Con un crujido de huesos se te va la vida, te rompes un brazo, entras en una depresión, se te va todo.
Tenemos que parar y estar en el “aquí” en el “ahora”. Si tú me preguntas ahora mismo, ¿cuál es el día más importante de tu vida? te diría ahora mismo, este momento es importante para mí, esta conversación contigo, esta mesa, este café. El pasado es pasado, ya pasó todo. Si sigo pensando en este pasado y lo que tenía que hacer y no lo hice, me frustra. Y si sigo pensando en el futuro, lo que voy a hacer, qué quiero, me ahoga, me deprime, me da ansiedad. Stop, ni una cosa, ni otra.
Para mí, la felicidad significa momentos determinados. No existe una felicidad eterna como es pintado en la televisión. No, yo creo que la felicidad es sentirte bien contigo. Tú puedes ser feliz todos los días de tu vida si tienes una actitud diferente según vas viviendo y tomas actitudes diferentes. Yo me siento feliz continuamente, yo me siento satisfecha con mi vida. Puede que un día me duela más atrás, un día yo estoy más cansada, otro día alguien me va a decir una estupidez. Pero esos son cosas externas, ¿cómo yo confronto todo eso? Si yo le doy una actitud positiva, si entiendo que eso no es mío, yo soy feliz.
¿Qué personas te inspiran?
Si me voy a la rama masculina, diré que me inspiró mucho una época determinada.
Álex Rovira Celma es un psicólogo, una persona extraordinaria. He hecho cursos con él y me encanta su forma de ver la vida. Alex Rovira es uno de mis mentores e inspiración de mi vida.
Mario Alonso Puig me inspira mucho también.
Todo lo que leo lo pongo en práctica. Todo lo que me ha impactado, lo he llevado a la práctica. Hay un libro muy cortito que recomienda continuamente: Los cuatro acuerdos, de Dr. Miguel Ruiz. Estos cuatro acuerdos han sido mi biblia y yo he tenido ese libro siempre conmigo porque yo quería que se me metiera dentro de la piel. Y intento hacer todos los días un poquito más, intento no juzgar. Si alguien quiere algo, que me lo pida, si alguien le molesta algo de mí, que me lo diga. Pero no voy a hacer suposiciones, porque no me llevan a ningún sitio.
Pero mis gurus son esos: Álex Rovira Celma, Mario Alonso Puig.
Puede encontrar más información sobre Ematejo a través del siguiente enlace.